jueves, 23 de mayo de 2013

Adiós


Hay imágenes que no volverán a repetirse, al menos no contigo.

Esta vez no hay marcha atrás, por tanto ya se ha terminado de escribir nuestra historia juntas. Ahora se escriben por separado.

Duele mucho que 9 años de amistad acaben de esta manera. 9 años en los que poca gente sabe la verdad sobre lo que yo sentía por ti. 9 años en los que te sentí mi gran amor, mi otra mitad, a pesar de nuestras cosas.
9 años que no podrán ser sustituidos y que dejan un hueco en mi alma con demasiadas cicatrices, lágrimas, sonrisas, carcajadas, sueños y confidencias. 9 años en los que hemos vivido tantas historias que son demasiados los recuerdos que vienen a mi mente mientras escribo esto.
Viajes inesperados a las 5 de la madrugada a la playa para ver el amanecer, miradas furtivas en bares y roces planeados para que no fueran vistos por quien no debían, besos tímidos y escasos abrazos que resultaron eternos y quedaron grabados. Juntas bebimos la primera copa, juntas pasamos el primer fin de año fuera de nuestras casas. Un fin de año marcó nuestro primer año de amistad y un fin de año ha marcado el año en que nos hemos separado. Las mejores fiestas, siempre contigo.
Los mejores momentos, siempre contigo.
Las mejores payasadas y tonterías, contigo.

Son tantas cosas... que me encantaría que esta vez el orgullo se dejase a un lado. Pero ya no podemos seguir discutiendo más sobre una misma cosa de la que tenemos opiniones tan dispares y sobretodo, tan mal intencionadas.
9 años, que creí conocerte y sin embargo, a pesar de guardar tan bonitos y hermosos recuerdos me decepcionan como nunca antes me había ocurrido con nadie.

Quizá porque nadie es comparable a ti... eramos parte de la otra. Eramos las mejores amigas. Las que dejaban sus conflictos a un lado para acompañar a la otra en los momentos más difíciles de su vida.

Hay personas contadas que dejaron huella en mi vida y tú eres una de ellas. Pero yo no puedo continuar sabiendo la opinión que tienes de mí después de nuestra última discusión. Solo traté de hacer bien las cosas y sin embargo... el saco se terminó de romper. Has dudado tanto de mí los últimos meses que me cuesta saberte en mi trabajo cada fin de semana y hacer de tripas corazón y tratarte como a una completa desconocida. Con una sola diferencia; a una desconocida, la saludo, la miro, le comento... a ti, no. Contigo me faltan las palabras porque estoy segura que no me saldría ni la voz. No me cuesta trabajo mirarte, pero me duele y me pregunto si a ti te ocurre lo mismo o si al menos, eres capaz de notar que se me revuelve todo sabiéndote cerca... Me es inevitable echarte de menos, pero lo prefiero a seguir peleándonos y haciéndonos más daño. Te sigo queriendo y espero que aún cada una con su vida, no lo dudes. Te deseo todo lo mejor y que seas muy feliz. Con ella o con cualquier otra persona que sepa merecerte.

domingo, 27 de enero de 2013

Sí me tocas mi piel se eriza, mi cuerpo se paraliza...

Y es que cuando te veo, lo demás desaparece... lo malo es saber que solo es un sueño...

Que solo queda en simples gestos...


No puedo evitarlo.

No siempre se consigue lo que se quiere. Eres un misterio...