No, nadie me enseñó a llorar. Nadie... Y he entregado lágrimas sinceras y hasta puras... lloré por ilusiones rotas, por tristeza olvidada, por tantas decepciones que jamás esperaba...Usé mi llanto para calmar la rabia, puede que incluso, llegase a provocar lástima... no lo sé... pero es algo tan hipócrita... llorar pidiendo compasión?No, eso no va conmigo... siempre lo he dicho, incluso en los más duros golpes...
Llorar... tiene una magia infinita, ahoga mis silencios, me limpia por dentro...
Lloraré, lloro.... siempre por alguna ausencia...
No hay comentarios:
Publicar un comentario