Hoy es algo más que desconcierto lo que siento. Nunca dejarás de sorprenderme... me parece increíble las cosas que he leído que has dicho sobre mí... y encima tienes la poca vergüenza de decir que me sigues queriendo, que te acuerdas mucho de tu pequeña, es decir, de mi... y que tienes muchas ganas de verme. ¿¿perdona?? Deja de decir mentiras por favor!! Ya no me creo nada de lo que sale de tu boca...
Malas lenguas las mías... eso dijiste... Será que tuve una buena maestra para escupir veneno.
En fin...
Ayer cuando llegué eran las 4 de la madrugada. Aunque estaba cansada no podía dormirme. Me acosté a las 7. La última vez que miré el reloj eran las 8 y el despertador sonó a las 9:30... que locura!!
Evité quedarme dormida cuando llegué al piso a toda costa. Quería no dormirme después de comer. Pero como estaba muerta de frío me eche en el sofá una manta que me regalaron estas navidades y al mismo tiempo encendí la estufa y no pude evitar cerrar los ojos. Cuando los he vuelto a abrir, habían pasado algo más de 3 horas. Con el cuerpo aún cortado del frío y al mismo tiempo de la calor de la estufa y la manta, me dispuse a salir un rato para despejarme. Subí al coche y me puse a dar vueltas sin un destino concreto.
Como era de suponer, caí en la tentación y terminé yendo a ver si estabas. La pregunta que me has hecho, mujer extraña... sinceramente, me ha molestado. Pensaba que aunque fuera un poco, algo confiabas en mí. Creo que hasta ahora he respetado todo aquello que me has pedido... pero bueno... no soy yo la persona que buscas.
Hoy me han dicho que probablemente esta semana acabe con el tratamiento... espero que sí, ya tengo ganas.
Sin entender el porqué ocurren ciertas cosas y sin entender ciertas actitudes... me veo una vez más desilusionada.
A ti, L.S. lo siento si te molesta que hable con determinadas personas a las cuales estás dedicándote a decir que antes no podía ver. Una vez más, deja de decir mentiras. Si hablo con esas personas es porque me aportan todo ese bienestar que tú no me aportaste. He podido leer que te sientes sola y creéme cuando digo que no lo siento. Es lo que te mereces, aunque quede mal decirlo. Tú te lo has buscado y si sigues con ese comportamiento, te verás cada vez más y más sola. Así que espabila y madura, que edad tienes para eso y más.
Y a ti, mi mujer extraña. Lo siento si alguna vez he hecho algo que te haya incomodado o traído consecuencias. No es mi intención... espero poder hablar contigo en breve.
Necesitando un abrazo y sin nadie en este momento que me lo pueda dar. Con ganas de llorar... otra vez... hacía tiempo que no me sentía así, ahora se me hace hasta extraño, encontrarme triste por algo que me dice una persona.
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