jueves, 16 de junio de 2011

CoNFiaNZa

La confianza es algo muy relativo...

Confiar un secreto a tus amigos, confiar en tu pareja, confiar en tu familia, confiar en un amante, en un compañero de trabajo, en tu jefe...
Para mí la confianza en la familia es a día de hoy nula por completo...

Confianza en los amigos... digamos que mis amigos son mi principal apoyo y para mí, lo son todo. Por eso conocen casi al 100% todo acerca de mí y de mi vida. A veces peco de ser bastante bocazas y cuento cosas que me piden que no cuente o a veces cuento demasiados detalles que necesito que salgan por algún lado porque como me los calle, exploto por algún lado.
Hasta el día de hoy, a pesar de haber sido bastante bocazas en algunas cuestiones, mis amigos a pesar de echarme una "bronca" día sí, día también... ya se dan por vencidos porque tras muchos intentos de darme consejos, solo llevo a cabo los que me interesan. Los que no me interesan porque significan que llevarlos a cabo implica dejar de hacer algo que me gusta, pues... hago caso omiso. Después me llevo los tirones de oreja, como en el colegio cuando te castigaban poniéndote las orejas de burro (dios, a mi me pusieron las orejas de burro muuuuuuchas veces, señal de que hago caso... sí, sí...).
También mis amigos hasta el día de hoy, me han demostrado saber estar en situaciones que para ellos no son cómodas o no son agradables. A pesar de no compartir mis pensamientos, formas de actuar, etc... me respetan. Y es algo que agradezco.

Confianza en la pareja... digamos que las veces que me he enamorado o que he tenido pareja y sin embargo no me enamoré, he confiado siempre. No me considero celosa, aunque no puedo decir que nunca sienta celos con mi pareja, pero... en esa cuestión precisamente, nunca he desconfiado. De hecho puedo decir que me han engañado con otra persona, pero... supongo que hay veces que no se pueden evitar ciertas cosas. Yo en noviembre más o menos fui cómplice de una infidelidad. Me lié con una chica de 28 años que tenía pareja... una noche nos encontramos las 3 en la misma fiesta y ninguna sabía para donde tirar... bueno, yo sí, yo terminé en mi casa. Y al final, al mismo tiempo que dejó a su chica me dejó a mí... jajaja...

Confianza en un amante... pues... supongo que depende de lo que se sienta por esa persona y de que manera se sienta...

Confianza en tus compañeros de trabajo... directamente os digo que no confío en los actuales. Sí en mis compis que a su vez son mis amigos, pero solo en ellos... al trabajo se va a lo que se va, no? a ganar dinero. Pues con eso os lo digo todo... Los favores no existen en los trabajos y como en una frase que me dijeron hace poco: "Los favores se hacen costumbres, las costumbres se hacen normas y las normas se hacen leyes"...

Confianza en tus jefes... ahí ni que decir tiene que cada uno se lava las manos como buenamente puede para cargar el muerto a los súbditos, en este caso, a nosotros, los trabajadores. En un jefe no se puede confiar, ni siquiera cuando tu jefe es tu amigo, tu pareja, tu amante o alguien de tu familia. Porque el jefe, aunque no tenga la razón, va a decir y a hacer las cosas de forma que parezca que sí. Mezclar sentimientos con el trabajo no es bueno, no es algo viable... así que hay que evitarlo.

Así, que como digo, la confianza es muy relativa... se pueden dar dentro de una sola "pareja" de personas, ya sean familia, amigos o pareja, multitud de situaciones donde la confianza puede variar su grado. Depende como se vivan esas situaciones, la confianza aumentará o por el contrario disminuirá.
Yo siempre he dicho de mí, que desconfío hasta de mi sombra y después son solo palabras. Soy tan confiada con determinadas situaciones y personas que después, la que siempre sale perdiendo o de malas, soy yo y aún así, no escarmiento.  Seguiré confiando en esas cosas por las cuales creo que merece la pena luchar y seguir adelante, ya me vaya todo a favor o en contra, aunque al final esa lucha se demuestre finalmente que ha sido un tiempo perdido... pero soy así.
Tomando por bandera mi antiguo lema y que es el lema de mi amiga Anika. "arrepienteté de las cosas hechas, pero no de quedarte con las ganas de hacerlas". En la vida estamos de paso, no? Pues aleeeeeeee, a disfrutarla....

Con el tiempo me enseñaron a desconfiar en la pareja en su justa medida... sabiendo dar a las cosas y a las personas, su nombre y el sitio que realmente merecen. Desconfié hasta de mi sombra durante varios meses... meses en los que mi vida dejó de ser mi vida. Descubrí que esa persona en la que me convertí no me gustaba y luché casi sin poder para volver a ser yo misma. Nunca me ha gustado desconfiar en una persona hasta el punto de registrar sus cosas y yo lo he hecho. Quería las pruebas necesarias para salir de algo que me hacía daño y a pesar de encontrar esas pruebas, las negué y seguí. Cuando te enamoras llegas a aceptar y a tolerar cosas, actitudes y comportamientos de la otra persona que jamás pensabas que ibas a aguantar, pero yo los aguanté y aún así me tacharon de intolerante, egoísta, malcriada, infantil e inmadura...
Pero bueno... me reafirmo en decir que la confianza es algo muy relativo... es una palabra con multitud de significados, de interpretaciones, de respuestas...

Todos guardamos secretos, algunos son secretos a voces, que todos conocen pero nadie dice conocerlos... hay secretos que queman guardarlos... hay secretos que te hacen reír y al mismo tiempo llorar... hay secretos que te llenan de felicidad. Hay secretos compartidos y secretos negados... hay secretos y secretos...

Yo confieso haber hablado de cosas que en su día me pidieron que callase. Y espero que esas personas algún día puedan no ponerse en mi lugar, sino respetar que cuando confias realmente en alguien, determinados secretos tienes que contarlos porque sino, te terminan ahogando... y no pretendo con esto que me perdonen por haber traicionado un "pacto", sino que entiendan que cuando algo se comparte, cada persona es uno mismo y lo vive de la manera en que lo siente.

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