lunes, 20 de junio de 2011

Me da miedo pensar que te vayas de mi vida. Te voy a echar mucho de menos si eso ocurre y me temo que esta vez pueda pasar...
No será fácil no verte, no me resultará fácil no buscarte y es que a mi cabeza no deja de venir una y otra vez esas imagenes, el recuerdo de haberte visto sentada frente a mí de esa manera, mirándome con ojos de deseo.

Y es que las despedidas aunque sean temporales, siempre pueden convertirse en despedidas definitivas y pensar que llegue a ser real, duele pensarlo. Las despedidas siempre dejan sabor amargo, aunque lo vivido antes de ese momento haya sido lo más dulce que se haya llegado a probar alguna vez.
Para mí has sido, ERES, parte de mi sonrísa y una parte de mi felicidad.
Tus abrazos se han quedado grabados en mi memoria. Tu olor se ha grabado más allá de mi piel y mis sentidos... eres una persona maravillosa.
Empiezo a quererte, es algo que sabes. Es un sentimiento que a veces me duele, a veces me asusta y otras en cambio, hacen que me sienta la mujer más afortunada por haber tenido oportunidad de conocerte y poder compartir pequeños momentos contigo.
Eres maravillosa. Me has dado todo sin pedirte nada...
Me gustaría tener el poder de congelar el tiempo para hacerlo cuando te he tenido delante. En esos momentos no solo estabas en mi cabeza, en esos momentos solo eres tú para mí.
Ahora sin embargo, me encantaría poder retroceder para volver a vivir de nuevo esos momentos.

Esto hay que frenarlo... no puede continuar... si continúa temo perderte y no quiero. Prefiero que paremos ahora y comprobar si puedo llegar a resistir la tentación de no ver más tu mirada.
No sé que hacer con estos sentimientos... dime que hago para controlar estas ganas de ti. Esas ansias por volver a sentir como tus brazos me acogen y como tu sonrisa se vuelve plena cada vez que me miras.
A veces quisiera volverme invisible...

Voy a cambiar de rumbo, haré lo que me has pedido. Si se mantiene el control, hoy habrá sido la última vez que te he tenido delante y te he visto sonreír... Estoy feliz y al mismo tiempo con unas ganas tremendas de llorar. No quiero dejar de verte... te voy a echar de menos...


Estado: víspera de mi cumple y con ganas de sonreír entre lágrimas.

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