Dicen que cuando sueñas eres incapaz de saber al día siguiente, lo que has hablado con una persona durante ese sueño. Pero contigo no he tenido una conversación. En realidad yo estaba callada y tu me mirabas, te quitaste las gafas de sol y te acercaste a mi oído. Recuerdo perfectamente las palabras que pronunciaste.
Fue tan extraño en realidad oír aquello de tu boca, que me desperté... pero me gustó.
Dos días para la barbacoa del lunes en Castiblanco.
Poned a punto los tolditos por favor...
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