De vuelta en el mundo laboral, puedo decir que la llegada no ha sido nada divertida. Un nuevo accidente ha acontecido, del cual no puedo ni siquiera hablar porque se me revuelve el estómago de tan solo recordarlo.
Tan solo me han descrito la situación y la imagen que se me viene a la cabeza no es agradable... muuuuuy malos recuerdos por los cuales el pasado año lo pasé realmente mal y sinceramente no le deseo esa angustia a nadie.
Afortunadamente lo mío forma parte de la historia, lo de hoy no. Me alegra al menos, no haber presenciado el accidente porque ver a un niño de la forma que me lo han descrito, me hubiera dejado sin aliento...
Ayer también se me quedó mal cuerpo cuando un hombre mayor iba mendigando por la calle y me pidió que le comprase algo para comer. Fue extraño, para uno que no me pide el dinero, sino que me pide que le compre de comer, voy sin nada encima... Se me rompió todo cuando al decirle que no tenía nada se quedó parado con la cabeza gacha mirando al suelo. Toda la tarde me quedé pensando en ese hombre. Soy así de tonta, me entró hasta remordimiento... pero en fin... no podía dibujar el dinero, si eso se pudiera hacer ese hombre no estaría mendigando y todos tendríamos cuantas cosas quisiéramos...
Al menos una cosa buena ha acontecido este fin de semana, he podido disfrutar de una de mis vías de escape como es el Teatro. He podido ir a ver a Lola Casamayor en el Bateo. Segunda vez que veo la obra y me encanta. Ya os contaré sobre eso. Me encontré con Lola por la tarde, a eso de las 6. Ambas íbamos para el teatro. Ella para pagar unas entradas que tenía reservadas y supongo que para ensayar. Y yo porque tuve problemas con la tarjeta del banco y no podía sacar mi entrada. Pero la mujer de taquilla fue muy amable.
Mis amigos me llevan preguntando desde siempre, que es lo que me gusta de Lola Casamayor y la respuesta es clara y concisa. Para mí Lola es excepcional. No solo me gusta como actriz sino que las pocas veces que he podido hablar con ella, que me la he encontrado o me he parado a saludarla al final de las obras, ha demostrado ser una grandísima mujer. Un encanto de persona que una vez más tuvo unos detalles que le agradezco enormemente y como ya os explicaré otro día más detenidamente, porque sin ella saberlo fue un punto clave que me devolvió la sonrisa hace ya algunos meses cuando las fuerzas me flaqueaban cada día más y más...
Por hoy, os dejo!! Mi día ha sido largo y el que me espera mañana no se queda atrás...