
Nos llevamos toda una vida pidiendo perdón por cosas de las que ni siquiera tenemos la culpa.
Ni una palabra más. Ya me he cansado de escuchar falsos testimonios de esos personajes pintorescos de nuestra vida cotidiana que se aburren y no tienen otra cosa mejor que hacer para ocupar su tan grandísimo y valioso tiempo...
No me voy muy lejos, sino que me remonto a la pasada noche en la que alguien que aprecio mucho, me alertó de cierto rumor que va corriendo libremente sobre mí y otra personita que respeto demasiado. Lo admito. He cometido muchísimos fallos respecto a ese tema, pero las cosas hechas no se pueden deshacer y las cosas dichas no se pueden borrar echando unos polvitos mágicos como en las películas...
Pero el rumor iba más allá de lo que realmente es, y aunque por una parte era acertado, la segunda parte puede hacer bastante daño a la otra persona y es algo que no estoy dispuesta a consentir...
Parece ser que las dañadas por el mal intencionado comentario, hemos aclarado el tema entre nosotras, pero aún así, no puedo evitar sentirme culpable por haber sido de cierta manera participe de originarlo sin querer hacerlo. Y desde aquí, lo siento una vez más.
Hace mucho que debí callar todo lo que guardo en mí y si tenía que sentirme culpable de algo era de querer conquistar a alguien que jamás podré tener....