lunes, 11 de abril de 2011

Porque sigamos sumando fea... recordando nuestros pocos abrazos y nuestros muchos momentos

No sé realmente ni como empezar esta entrada. La verdad es que sobre tí tengo tantas cosas por decir...

Son, muchos, demasiados momentos que jamás se borrarán de mi memoria y es que tú, desde el primer día en que te conocí, te clavaste en mí y hasta el día de hoy. Es evidente que nuestra "relación" de "amistad", ha tenido muchos altos y bajos, y los bajos han sido muuuuuuy profundos, pero contigo nunca he podido guardar ni tan solo una pizca de rencor.

Las dos somos muy orgullosas con ciertas cosas y esos fueron los motivos principales de nuestros distanciamientos, de nuestros malos entendidos y de nuestras cabezonerías. A tozudas tampoco nos gana nadie... solo Anita Meeeee..

Quiero decir tantas cosas que sinceramente, no puedo. Me llevaría más que horas, me llevaría días hablando de nosotras.

Desde primera hora, fuimos cómplices. Con tan solo mirarnos ya sabiamos si algo pasaba, no necesitábamos hablar para saberlo todo.
Con los años, reforzamos nuestra unión. Siempre nos ha costado mucho abrazarnos, decirnos "Te quiero" e incluso darnos dos besos para saludar o despedirnos.
Cuando estábamos juntas, el resto del mundo no existía y las horas se pasaban como si fueran segundos.

Cierta gente nos decía que estábamos echas la una para la otra, que yo era la cabeza loca y tú la tranquilita y sin embargo ahora, es al revés. La cabra loca eres tú. jajaj. es broma!!
Muchos se animaban a decir que tarde o temprano terminaríamos juntas y casi se aciertan, pero.... nos conocemos demasiado y los momentos bonitos de descubir cosas de tu pareja no los viviríamos porque no hay secreto de la otra que se nos escape.
Hemos sido siempre más que amigas. Las dos cuando nos peleamos nos decimos barbaridades pero si alguien ataca a la otra, sacamos las garras porque no permitimos que nadie más nos haga daño.
Hemos sido confidentes.

Eres la primera persona que consiguió verme llorar, ya que nadie antes lo había conseguido porque yo me encierro en mí y nadie traspasa ese muro. Contigo he llorado durante horas. En ese sentido tú eres como yo. No dejas que nadie te vea o te oiga llorar y yo también traspasé ese muro contigo.

Aún estando distanciadas por cualquier cabezonería nuestra, hemos dejado el orgullo de lado si sabíamos que la otra estaba mal. Sinceramente, me sorprendió verte aquel día en el cementerio cuando hacía meses que no hablábamos. Pero te lo agradeceré por siempre.

Contigo los momentos que me vienen a la cabeza son todos buenos, aunque también me lo hiciste pasar realmente mal durante casi dos años. No entendía tus cambios de actitud.
Cuando por fin estaba todo a nuestro favor, tú hacías que se volviera de nuevo en contra y conseguiste agotarme.
Lloré mucho y en esos momentos no te podía llamar para desahogarme porque tú eras la razón y me lo tragué yo solita.

Pero los sentimientos que tenemos estuvieron siempre por encima de todo y volvimos a ser tan amigas como siempre. Me lo hiciste pasar muy mal cuando te enamoraste de Rocío. No solo me preocupaste a mí, sino que tanto Anita como yo, estábamos todo el tiempo pendientes de tu salud porque Rocío estaba acabando contigo. Te cambió hasta la personalidad y la gente que te queremos y que siempre hemos estado ahí ya no sabiamos como quitarte la venda de los ojos. Después de un año todo terminó y poco a poco te recuperaste con nuestra ayuda, pero tenemos que aprender a tener mejor ojo eligiendo las parejas. Porque ahora la situación fue al revés. La que os tenía preocupadas era yo. Si es que somos tal para cual, petarda.

Al menos, con el paso del tiempo, has aprendido algo, a no hablarle a la chica que te gusta sobre mí, porque yo no sé que les cuentas, pero ninguna me puede ver.

Lo que sí echo de menos son nuestros viernes de cine... hemos perdido la costumbre y más ahora que estás en Tarifa. Y que todas estamos trabajando. Ya casi nunca coincidimos en horarios, cada una tiene una compañía de movil diferente, tenemos nuevos amigos... en definitiva, tenemos menos tiempo libre para poder organizarnos.

Me encantaba que os vinierais Anita y tú a mi casa por la noche después de las 11 y que nos pusieramos a cotillear y hacer las payasas hasta las tantas de la madrugada. Y que los vecinos al día siguiente me dijeran.. ¿¿ayer tuviste fiesta en casa, no?? jajaja... una vez al mes no hace daño...
Me sacábais de mis casillas cuando veníais a mi casa y me hacíais vestirme después de tener el pijama puesto para acompañaros a buscar aparcamiento. O que me hicierais coger el coche para ir a buscaros porque no recordábais como se llegaba y ahora yo me tenía que poner a averiguar donde estábais según vuestras maravillosas dotes de describir lugares.

En fin... que puedo decir de ti... que espero que no me vuelvas a decir a última hora que posponga el viaje de Tarifa, que quiero playita porfavor! y quiero una noche contigo llena de risas y humo de cachimba.

  • Las fotos, pues algunas de las mejores que tenemos, aunque están desordenadas. La primera en tu coche, cuando tenía el Peugeot, nuestro peu... que penita me dió cuando me dijiste que ya no lo tenías, con la de horas que hemos pasado en ese coche y la de vueltas que ha dado con nosotras...
  • Después en burriking.... la noche de mi cumpleaños que fue "maravillosa", sí, sí, sobretodo maravillosa. Fue así hasta que llegamos a Isbilya y nos juntamos con el resto de la gente de mi otro grupo y que no os aguantabais... así fuisteis de pencos aquella noche que me fui de mi propia fiesta... ya os vale!
  • La otra, en el campo de Ana, esa fue nuestra primera reconciliación después de una pelea que duró seis meses... no se me olvidará esas veces que coincidíamos en el bar, yo con mis amigos, tú con tu chica y ex compañera de clase mía. Ella venga a darme empujones, tú en medio que no sabías que hacer y cada dos por tres, coincidíamos mirándonos intentándonos hablar sin palabras como habíamos hecho siempre y al final terminábamos las dos, abandonando el bar por separado y llorando. Que de cosas....
  • Después la noche que más me pude reír cuando te vi llegar vestida exactamente con la misma ropa que yo. Fea, coincidimos hasta en los calcetines. Venga, reconoce que estuviste por mi casa espiando lo que me iba a poner, porque vamos, mismos pantalones, mismo color de camiseta, mismo cinturón, mismos calcetines y mismas deportivas.... no tenemos arreglo... azafatas de que??? jajaja...
  • Fotito en la choza Manuela, haciendo de las nuestras, en telepizza la noche que te cargaste la cámara de fotos de Adela, el día que decidimos salir por Babilonia y al final Adela y tú arrasasteis con el alcohol y no llegamos a entrar porque os pusisteis malísimas.
  • El día que fuimos a Isla Mágica de visitantes y nos subimos en las atracciones infantiles...
  • Y como no, no podía faltar la piruleta.
Pues nada, a espera de que me confrmes que el martes puedo ir a tu casa... ya no queda nada feaaaaa, para el martes santo... prepara mi estampita, mi medalla, mis caramelos y mi regalo... :P

Te veré como siempre, antes de carrera oficial y después de ella... iré como siempre que he podido a tu paso por el camino.

Feaaaaaaaaa, prepara mi camitaaaaa que estoy ya allí. Te quiero petarda! Nuestro libro de canciones, es tan grande como 7 años de amistad. Suma y sigue, 25/09/2003.

No hay comentarios: