miércoles, 4 de mayo de 2011

Esta foto me encanta. Con Marcos, mi gallego favorito. En mi piso, lo estrenó él antes que yo, durmió en mi cama antes que yo. Yo no estaba aún viviendo en el, estaba aún organizando la mudanza y haciéndome a la idea de vivir sola. Iba de vez en cuando, pero nunca me quedaba a dormir. Me venía cuando no aguantaba más las tonterías de mi familia y aquí me pasaba las horas intentando dejarlo de la mejor manera para venirme lo antes posible.
Estuvo en Sevilla una semana y nos la pasamos casi toda juntos, y con Gontxu también. Era su pareja de más de 10 años, pero al final, no salió la relación como se esperaba y acabaron rompieron. Aún siguen en contacto y yo también con los dos. Con Gonzalo intento quedar cada vez que voy a Madrid porque vive allí.

Ahora mi salón no tiene nada que ver con esa foto. Antes había un armario de cemento y ladrillos que me tapaba parte del ventanal. Lo quité y puse una pared que se me moja cada vez que llueve. Lo que pretendo el día de mañana es poder poner el ventanal completo y quitar esa pared y que no me entre el agua, pero es que está todo eso muy caro. Así que de momento se queda así.
La verdad es que no pretendo que este piso sea mi piso de toda la vida, le cogí un poco de mania a raíz de que pasó lo que pasó en agosto y que parece que hay algo que me dice que me tengo que ir de aquí. Porque cuando se estropea una cosa, a los pocos días se estropea otra y luego otra... ahora mismo toco madera porque desde hace varios meses no se me estropea nada, así que vamos a dejar que continúe así.

Antes de ver este piso, vi muchos y había otro en la misma zona que relativamente estaba mejor que este, con el mismo precio y una habitación más. Pero tenía que esperar varios meses para poder instalarme en él porque el dueño lo tenía alquilado con contrato y yo lo que quería era largarme de donde estaba como fuera porque no aguantaba más. Así que al final, me vine aquí, desde donde escribo. La verdad es que el piso es un poco desastre y que las paredes son de papel, vamos. Pero bueno, de momento lo llevo bastante bien.
Antes que arreglar el ventanal prefiero comprarme una tele porque la que tengo es pequeña y además, tampoco es mía. Así que...

Hoy he llegado a mi casa más o menos riéndome porque llevo varios días con antojos de comidas. Y si ya de por sí, soy caprichosa a la hora de comer, el día que me quede embarazada si es que lo hago algún día, ojalá que sí, no me quiero ni imaginar. Lo mismo estando embarazada no se me antoja nada.
El caso es que llevo 3 días con el capricho de comer boquerones en vinagre y hasta que no los he encontrado hoy, no he parado.
Hace poco, estuve con el capricho de comer aguacate en ensalada y por mucho que iba a la fruteria de mi calle, no me los traía y los de Mercadona estaban muy muy duros. Vamos, que me llevé una semana con la bolsa de aguacates encima de la encimera de la cocina hasta que ya los podía comer. Y yo cada vez que entraba en la cocina, veía el aguacate y veía que seguía duro... uy lo que me entraba. jajaja... soy caprichosa, sí, pero con las comidas. Aunque en realidad como casi todo.

En fin, me voy a terminar de comer los boquerones que quedan. Porque ya hoy le he dicho a mi friki, que no haga planes el día de mi cumple porque me voy con ella y su chico a comer sushi. Que es la única a la que le gusta y llevo meses queriendo ir. Así que nada... me voy a seguir comiendo.
Hoy se me han pegado las sábanas como era de esperar, y estaba tan dormida que me dejé la comida olvidada en casa. Mi almuerzo hoy han sido unas patatas paprika y una bolsa de tronkitos rojos y blancos de chuches. No tengo arreglo.

Parece que hay algo que impide que pueda verte y darte la carta. Volviéndome loca... sin saber que hacer aún. Hoy nuevamente me traje la carta de vuelta a mi casa.

Estado: Un poco mareá de olor a colonias. Ya que mis compis se han dedicado a echarse perfumes y colonias al lado mío y tengo una mezcla de olores encima que no creo que se me quite ni duchándome.
Queriendo verte.

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